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El tráfico ilícito de drogas continúa siendo una de las actividades criminales más lucrativas y destructivas en todo el mundo. No solo alimenta la violencia, la corrupción y el crimen organizado, sino que también tiene consecuencias devastadoras para la salud de las personas y la estabilidad de las comunidades.

El abuso de drogas afecta a personas de todas las edades y de todas las capas sociales, generando problemas de adicción, deterioro de la salud física y mental, desintegración familiar y marginalización social.

Hablar de drogas pasa por tomar medidas enérgicas para abordar el creciente problema del tráfico y el consumo en todo el mundo y discutir sobre la urgencia de unir fuerzas y emprender acciones efectivas para enfrentar este desafío global que afecta la salud, la seguridad y el bienestar de las personas.

Cada año el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas es un llamado a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y los individuos a unirse y redoblar los esfuerzos para prevenir y adoptar un enfoque integral que combine la prevención, el tratamiento y la rehabilitación, así como la reducción de la demanda y la oferta.

Informe Mundial sobre Drogas 2023

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNODC publica cada año un documento lleno de estadísticas claves y datos fácticos obtenidos a través de fuentes oficiales con un enfoque basado en la ciencia y la investigación.

Para la ONU, la oferta de drogas ilícitas sigue registrando cifras sin precedentes y las redes de traficantes cada vez son más ágiles, esto agrava las crisis mundial y supone un reto para los servicios de salud y las respuestas policiales.

Entre 2011 y 2021, una de cada diecisiete personas en el mundo consumió algún tipo de droga. Estos datos demuestran un incremento en la cifra de 240 a 296 millones. El cannabis sigue siendo la más popular y el número de usuarios que sufrieron trastornos por consumo de estupefacientes se disparó a 39,5 millones, un aumento del 45 %.

El Informe Mundial del 2023 destaca cómo las desigualdades sociales y económicas son impulsadas por los desafíos que plantean las drogas: la devastación ambiental y los abusos contra los derechos humanos causados por las actividades económicas ilícitas relacionadas con las drogas, además del creciente predominio de las drogas sintéticas.

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El número de consumidores aumentó un 23 % en una década

El grupo poblacional más vulnerable al consumo y el más gravemente afectado por los trastornos relacionados con su uso son los jóvenes. En América del Sur, más de la mitad de las personas en tratamiento por consumo de estupefacientes tiene menos de 25 años.

Además, la demanda de atención por desórdenes relacionados con las drogas sigue sin satisfacerse, con solo una de cada cinco personas recibiendo tratamiento.

Algunas poblaciones empobrecidas y vulnerables, como las de la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, están atrapadas en zonas rurales con una alta prevalencia de delitos relacionados con las drogas. Su ubicación remota dificulta enormemente la posibilidad de beneficiarse de los servicios de tratamiento, los recursos o el Estado de Derecho.

Estamos constatando un aumento continuo del número de personas que sufren trastornos por consumo de drogas en el mundo, mientras que los tratamientos no llegan a todas las personas que los necesitan. Tenemos que intensificar las respuestas contra las redes de traficantes que se aprovechan de los conflictos y las crisis mundiales para expandir el cultivo y la producción de drogas ilícitas, especialmente sintéticas, abasteciendo los mercados ilícitos y causando mayores daños a las personas y las comunidades”: Directora Ejecutiva de UNODC, Ghada Waly,

Soluciones a un problema de salud pública

La prevención es fundamental en la lucha contra el tráfico y el abuso de drogas. Se deben implementar programas educativos eficaces y basados en evidencia en las escuelas y las comunidades, brindando información sobre los riesgos y las consecuencias del consumo, así como fomentando habilidades para la vida y alternativas saludables.

Y es que no existe una solución única para abordar el problema de las drogas, las estrategias deben adaptarse a las realidades y necesidades específicas de cada país. Es necesario además fortalecer los servicios de tratamiento y rehabilitación para aquellos que sufren de adicción y garantizar el acceso a servicios de calidad, incluyendo asesoramiento, terapia y apoyo médico.

Los gobiernos deben basar sus políticas de drogas en evidencia científica y enfoques de salud pública. Esto implica buscar alternativas a la criminalización de los consumidores y considerar enfoques de regulación y control que se centren en la reducción de daños y la prevención.

La falta de oportunidades económicas y sociales a menudo contribuyen al problema de las drogas. Los gobiernos deben invertir en el desarrollo de comunidades, creando empleos, promoviendo la educación y proporcionando alternativas económicas sostenibles para reducir la vulnerabilidad al consumo.

Asimismo, se debe trabajar en la reducción de la oferta de drogas, desmantelando las redes de tráfico y combatiendo la corrupción que facilita su propagación. La cooperación internacional es fundamental para abordar este problema, ya que el tráfico de drogas no conoce fronteras y requiere una respuesta global y coordinada.

En este Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, hagamos un compromiso renovado para enfrentar este desafío. Cada uno de nosotros puede contribuir promoviendo estilos de vida saludables, apoyando a aquellos que luchan contra la adicción y abogando por políticas y programas efectivos. Juntos podemos construir un mundo más seguro y saludable, libre del tráfico ilícito y del abuso de estupefacientes.

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