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En el Día Mundial del Trastorno Bipolar hacemos un llamado internacional para dejar de lado el estigma, derribar los mitos que se han construido alrededor de esta enfermedad e identificar las señales que pueden salvar vidas.

Aunque los datos en países como Colombia son escasos, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, este trastorno se ubica en el puesto 46 entre las principales 291 enfermedades y causas de lesiones que generan discapacidad y mortalidad, por delante del cáncer de mama y el alzheimer. Además, se estima que entre el 1 y el 3 % de la población mundial lo padece.

¿Qué es el trastorno bipolar?

Antes se le conocía como “enfermedad maniaco depresiva” y se puede definir como un grave trastorno del estado de ánimo en el que el humor de la persona puede alternar entre “dos polos” extremos, que van de la manía (altos emocionales) a la depresión (bajos emocionales).

Alguien con la enfermedad también puede presentar solo episodios maníacos y no sufrir fases depresivas. Además de la fluctuación de estos estados del ánimo, también se presentan variaciones en el nivel de energía, de actividad y la concentración.

Sabiendo esto, es importante aclarar que cuando se hace presente un episodio de manía, la persona con trastorno bipolar se siente extremadamente feliz o irritable, con hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Incluso en ese estado piensa que puede hacer muchas cosas a la vez sin cansarse, sintiéndose importante, talentoso o poderoso.

En cambio, durante un episodio depresivo, experimentan un estado de ánimo que puede incluir tristeza, irritabilidad, sensación de vacío o una pérdida del disfrute o del interés en actividades la mayor parte del día, casi todos los días, con incapacidad para hacer cosas sencillas, sintiéndose sin esperanza o que no tiene valor.

¿Quiénes lo pueden padecer?

Del 100 % de las personas diagnosticadas, el 60 % son jóvenes entre los 8 y los 23 años. En un menor porcentaje, el 20 % se presenta en personas de más de 30 años y adultos mayores.

Aunque el trastorno bipolar puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, según algunos estudios, este trastorno se ve con mayor frecuencia en mujeres que en hombres y con él se ven afectadas sus rutinas en diferentes entornos sociales: con su familia, en el colegio, la universidad y el trabajo o con amigos.

Y es que la bipolaridad no es lo mismo que los altibajos breves que experimentan todas las personas en su día a día, los síntomas bipolares son más intensos y duraderos. Algunas personas que lo sufren pueden incluso intentar hacerse daño o suicidarse.

Los mitos

  • No hay solución: En la actualidad se puede acceder a tratamientos que permitan un favorable pronóstico y una buena calidad de vida. Existen opciones terapéuticas eficaces como psicoeducación, reducción del estrés y fortalecimiento del funcionamiento social y medicación.
  • El tratamiento con fármacos es adictivo: Los fármacos estabilizadores del ánimo no han demostrado a la fecha tener un potencial adictivo en los pacientes.
  • No se sabe por qué se presenta: Aunque la causa de la bipolaridad no está del todo clara, se sabe que puede estar relacionada con un desequilibrio de los químicos en el cerebro, por lo que puede ser genética y biológica.
  • Se puede curar el trastorno con buena actitud: Es una enfermedad neurobiológica que involucra factores psicológicos y ambientales, por lo que se debe tratar con expertos, pues esta es crónica y recurrente.
  • No se puede tener hijos o un trabajo estable: No hay ningún impedimento para que los pacientes puedan ser padres y menos para asumir cargos de responsabilidad. Es cuestión de tratarse y consultar con los expertos.
  • Las personas bipolares son peligrosas: Este no es un problema de personalidad o carácter incontrolable, tampoco es una enfermedad asociada a comportamientos violentos o peligrosos. Al contrario, quien la padece puede ser víctima de violencia a causa del estigma.

Recomendaciones

El tratamiento psicológico es ideal para abordar procesos de regulación en las emociones, estrategias de autocontrol, identificación de señales de alarma de las crisis y pautas de comunicación con sus familiares, pareja o amigos.

Con el tratamiento adecuado las personas con este trastorno se verán beneficiadas, incluso aquellas que han presentado las formas más graves de este padecimiento.

El suicidio es un riesgo muy alto durante ambos estados de ánimo. Las personas con trastorno bipolar que piensan o hablan respecto al suicidio necesitan atención de inmediato.

Por eso te contamos que existen grupos de apoyo para pacientes y familiares que pueden contribuir a hacer de la enfermedad algo más llevadero. Te invitamos a consultar la Asociación Colombiana de Bipolares.

De la misma manera, la línea 106 de la Secretaría Distrital de Salud está habilitada las 24 horas para escuchar a las personas que lo necesitan o puedes acudir directamente a los especialistas de tu EPS.

Y en la Uniagustiniana está disponible nuestros servicio de psicología presencial o virtual y puedes agendar tu cita a través del WhastApp 3157225479 o el correo saludintegral@uniagustiniana.edu.co


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