La capa de ozono se encuentra ubicada en la estratósfera entre los 15 y los 50 kilómetros de altitud y está compuesta por una concentración relativamente alta de ozono, un gas que absorbe la radiación ultravioleta (UV) del sol.
La radiación UV es una forma de radiación electromagnética que puede ser dañina para la vida, causar cáncer de piel, cataratas y otros problemas de salud. La capa de ozono protege a la Tierra de la radiación UV, lo que hace posible la vida tal y como la conocemos.
Precisamente allí se concentra el 90 % de todo el ozono atmosférico y gracias a esta condensación es que la radiación solar se disminuye y llega en unas condiciones que permiten que exista hoy la vida en la Tierra.
La capa de ozono se está recuperando
Un informe científico presentado por la ONU, estima que la capa de ozono se recuperará en la Antártida para 2066, en el Ártico para 2045 y en el resto del mundo para 2040.
Esto se da gracias a la eliminación progresiva a escala mundial de las sustancias químicas que agotan la capa de ozono y a la prohibición que existe en todo el planeta sobre el uso de productos químicos que causaron la aparición de un agujero en la ozonosfera sobre el Antártico.
Y es que esta capa se degradó hasta niveles preocupantes durante el siglo XX. En 1985, se descubrió que existía una anomalía en la atmósfera, se trataba de un agujero masivo en la capa de ozono sobre la Antártida que aumentaba la cantidad de rayos ultravioleta (UV) que llegaban a la superficie terrestre, afectando a los humanos, animales y plantas.
Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal es un acuerdo mundial destinado a proteger la capa de ozono de la Tierra mediante la eliminación progresiva de las sustancias químicas que la agotan. Este acuerdo histórico entró en vigor en 1989 y es uno de los acuerdos mundiales en materia de medio ambiente que más resultados satisfactorios ha producido. Gracias a la colaboración de países de todo el mundo, la capa de ozono se está recuperando y se han conseguido muchos beneficios medioambientales y económicos.
Con la implementación del Protocolo de Montreal en Colombia se controla el consumo de estas sustancias, se orientan los procesos de eliminación de su uso, la gestión ambiental para la eliminación definitiva de los clorofluorocarbonos (CFC) contenidos en equipos antiguos y la sustitución de los hidrocloroflurocarbonos (HCFC) y HFC presentes en equipos y procesos de producción vigentes, promoviendo la transición hacia sustancias definitivas que no dañen el ozono y cuiden el clima del planeta.
Acciones a implementar
- Reducir nuestro consumo de productos que contienen sustancias que agotan la capa de ozono (SAO): Estas sustancias, como los clorofluorocarbonos (CFC), los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los halones, se liberan a la atmósfera y dañan la capa de ozono. Podemos reducir nuestro consumo de SAO utilizando alternativas más sostenibles, como los productos con etiqueta “libre de CFC”.
- Reciclar y reutilizar productos: El reciclaje y la reutilización ayudan a reducir la cantidad de residuos que terminan en los vertederos. Los residuos que van a los vertederos pueden liberar SAO a la atmósfera.
- Apoyar las organizaciones que trabajan para proteger la capa de ozono: Hay muchas organizaciones que trabajan para proteger la capa de ozono. Podemos apoyar su trabajo donando dinero, participando en eventos o simplemente difundiendo información sobre su importancia.
- Organizar campañas de sensibilización: Podemos organizar charlas, debates y otras actividades para informar a la comunidad universitaria sobre la capa de ozono y las acciones que podemos tomar para protegerla.
- Promover el uso de energías renovables: Las energías renovables, como la energía solar y eólica, no producen SAO. En la Uniagustiniana contamos con paneles solares en los edificios Salazar y Ayape.
- Apoyar la investigación sobre la capa de ozono: Esto es fundamental para comprender la capa de ozono y desarrollar nuevas formas de protegerla. Podemos apoyar la investigación sobre la capa de ozono donando dinero a organizaciones expertas en la materia.
La capa de ozono es un recurso vital para la vida en la Tierra. Podemos contribuir a su protección tomando medidas desde nuestra cotidianidad.
Cada acción que tomemos para proteger la capa de ozono cuenta: Juntos podemos hacer la diferencia.
